La zanahoria y el palo en la lucha contra la corrupción

Singapur es ahora uno de los países menos corruptos del mundo. Los sobornos se aceptaban abiertamente en los años 50, y era una tradición local. Independientemente de los vínculos personales o las excepciones, el nuevo gobierno se propuso erradicar la corrupción. Se creó una Oficina Especial Anticorrupción bajo la autoridad personal del Primer Ministro. Los empleados de la Oficina tenían amplios poderes, incluida la capacidad de retener y registrar a los funcionarios sospechosos de corrupción, examinar a sus familiares y garantes, e investigar cualquier delito descubierto durante una investigación de corrupción. Las investigaciones anticorrupción se han centrado en los ministros del gabinete e incluso en los familiares del primer ministro. Como resultado, varios funcionarios de alto rango han sido encarcelados, y algunos están cumpliendo condena. Un gran número de funcionarios corruptos han huido del país.

Lee Kuan Yew encarceló a un amigo íntimo del primer ministro después de que se le declarara culpable de delitos. Cuando un ministro de desarrollo social se vio envuelto en una trama de sobornos por valor de 315.000 dólares, se suicidó tras hablar con Lee Kuan Yew, lo que fue ampliamente difundido por la prensa. Otro objetivo de la campaña anticorrupción era racionalizar la normativa y elevar el estatus de la administración pública. Los poderes de los funcionarios se regularon con gran detalle y se les impusieron muchas prohibiciones y limitaciones, lo que hizo que la toma de decisiones fuera mucho más sencilla y transparente. Se han aumentado las retribuciones de los jueces y de los funcionarios. Como resultado, la remuneración anual de un juez singapurense ha aumentado a varios cientos de miles de dólares (en los años 90, superaba el millón de dólares al año). Los funcionarios civiles en puestos de responsabilidad reciben ahora salarios equivalentes a los de los directores generales del sector privado.

Las personas que ocupan cargos políticos, sostenía Lee Kuan Yew, deberían recibir mayores ingresos, ya que simbolizan un gobierno moral y honesto. El primer ministro creía que si estaban mal pagados, sería más fácil que cedieran a la tentación. Cuando se modificaron los sueldos de los altos funcionarios de Singapur en 1989 y 1994, se aumentaron hasta niveles que los convirtieron en los más altos del mundo. Los funcionarios son ahora aleccionados rutinariamente sobre los peligros de la corrupción. Se les aconseja habitualmente sobre cómo evitar verse envueltos involuntariamente en operaciones de corrupción. Se recuerda a los funcionarios sus obligaciones legales en la lucha contra la corrupción. El personal de la oficina habla regularmente a los estudiantes universitarios sobre las consecuencias de las tramas de corrupción, tanto para ellos como para la sociedad en su conjunto. Cada año, el personal civil debe presentar una declaración particular de endeudamiento. Un funcionario será despedido de la función pública si proporciona información engañosa en dicha declaración. Los funcionarios no pueden aceptar regalos en forma de dinero o cualquier otra cosa de alguien con quien tengan una relación comercial. También está prohibido aceptar invitaciones que puedan poner a un funcionario en situación de dependencia. Si un funcionario no puede rechazar un regalo (por ejemplo, debido al protocolo de la visita de una delegación extranjera), puede aceptarlo pero debe pasarlo inmediatamente a su jefe de departamento. El funcionario sólo puede aceptar un regalo si lo ha pagado por adelantado a un precio fijado por la oficina de contabilidad de su departamento.